Maran Suites & Towers

El Gobierno de Macri quemó el 53% de los dólares “intocables” y espera por el desembolso

Hernán Lacunza y Guido Sandleris viajaron a Nueva York con el objetivo de destrabar el desembolso de US$5.400 millones luego de que en sólo diez días se quemara más de la mitad de los dólares que hasta hace poco el Fondo obligaba a guardar para fortalecer las reservas.

 

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, visitarán esta semana Estados Unidos, donde se reunirán el viernes con las máximas autoridades del Fondo Monetario Internacional, la recién ungida directora gerente Kristalina Georgieva y representante estadounidense David Lipton, en el marco de las reuniones anuales de ese organismo y del Banco Mundial.

Con un cepo light que no logró frenar la sangría de divisas, el objetivo de la comitiva será destrabar el desembolso de US$5.400 millones luego de que en sólo diez días se quemara más de la mitad de los dólares que hasta hace poco el Fondo obligaba a guardar para fortalecer las reservas.

 

Sandleris llegará hoy a Nueva York para disertar en un evento del Consejo de las Américas y comenzar el miércoles con los encuentros de carácter técnico con el FMI. Lacunza se sumará a la misión el jueves, cuando se realice la primera sesión de la reunión de ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales del G20. Además de ellos, viajarán la vicepresidenta segunda del BCRA, Verónica Rappoport, y los secretarios de Política Económica y de Finanzas, Sebastián Katz y Santiago Bausili.

 

La clave de las conversaciones en tierras de Donald Trump será el intento del Gobierno por recibir el desembolso postergado luego de que el recrudecimiento de la crisis en agosto dejara virtualmente roto el acuerdo stand by. El encuentro de esta semana con la cúpula del Fondo se había acordado en septiembre, cuando el organismo confirmó la suspensión del giro.

 

“Estamos trabajando para una eventual reanudación de una relación financiera con Argentina, que puede tener que esperar un tiempo”, había dicho Lipton, en una clara señal de que cualquier movimiento llegará luego de negociar con el próximo presidente, que todos descuentan será Alberto Fernández, ya electo.

 

A falta de desembolso, de aquel viaje el equipo económico sólo se trajo la ratificación del aval para usar los casi US$7.200 millones que el Tesoro tenía guardado en su cuenta en el BCRA para fortalecer las reservas, los llamados dólares “intocables”, que le dieron algo de aire al Gobierno. Pero a pesar del control de cambios y el reperfilamiento de la deuda de corto plazo, en apenas diez días Hacienda tuvo que quemar el 53% de esos recursos para pagar vencimientos en moneda extranjera y local. Hoy, quedan allí unos US$3.400 millones, que se suman a los menos de US$13.400 millones de reservas netas.

 

Las dos grandes preocupaciones son los pagos de deuda pendientes y la tensión cambiaria. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, entre octubre y diciembre el Tesoro deberá cancelar US$6.447 millones por vencimientos en dólares. Descontados los pagos realizados en lo que va del mes, restarían cerca de US$5.000 millones. Además, en el último trimestre vencen US$10.305 millones en pesos, una parte de los cuales podría ser cubierto con las divisas del FMI ante la falta de recursos oficiales.

 

Por otra parte, en los primeros ocho días de octubre, el BCRA vendió en promedio US$94 millones diarios para contener el dólar. Desde la aplicación del cepo light, que habilita la compra de hasta US$10.000 mensuales a las personas físicas, la entidad vendió US$70 millones diarios, es decir, unos US$1.500 millones al mes. A este ritmo, que implicarían cerca US$4.000 millones hasta fin de año, las reservas disponibles podrían no ser suficientes.

 

De ahí los renovados intentos del Ejecutivo por conseguir los US$5.400 millones antes del 10 de diciembre. Tanto Fernández como el FMI prefieren otra salida: un cepo más duro o un tipo de cambio más alto a cambio de dejar de financiar la fuga de capitales con reservas. Y que el envío llegue con una renegociación del acuerdo ya en marcha.