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El culebrón Echagüe-Barsanti-CODITEP-AdC es poco serio

Ignacio Barsanti continúa otro período “condicional” como entrenador jefe del Atlético Echagüe Club. Tal cual lo informamos, la AdC autorizó se extienda el beneficio de la habilitación provisoria y así el joven coach paranaense continuará dirigiendo al “Negro”. Una incómoda situación que deja mal parada a la CODITEP, revelando que la AdC preserva su potestad por sobre la opinión de los cuerpos colegiados como Jugadores y Técnicos.

 

A mediados de diciembre la CODITEP se expidió y el dictamen fue contundente: “Barsanti no cumple con las condiciones pre estipuladas y aprobadas por el Capítulo IV “Cuerpo Técnico” del Reglamento de la Liga Nacional 2016/2017 para ser categorizado como entrenador de la Liga Nacional A hasta el final de la temporada”.

Pese a esa posición, la AdC renovó la gestión directriz de Barsanti al frente de Echagüe y desoyó, desobedeció y/o menoscabó la palabra oficial de los DT’s agremiados, sentando antecedentes suficientes como para que cualquier entidad/franquicia imite los pasos de la directiva paranaense, con una apuesta que puede ser riesgosa pero la cual abarata sensiblemente los presupuestos.

 

Sin subestimar las indiscutibles aptitudes, sin minimizar la indudable idoneidad de Barsanti, cuesta creer que de un día para el otro el “Titi” pase a ganar el sueldo de Maffei y/o se haya contratado a Darío Albornoz como asistente aprovechando parte de la plata que se ahorró del nicoleño (aunque para nada descabellado sería si se contempla que el ex coach se fue sin indemnización por motivos que no quedaron en claro…).

Del mismo modo, o en ese sentido, es inevitable estudiar quienes son los entrenadores en libertad o los que podrían llegar desde el TNA, y comparar sapiencias y características, contabilizando que quien asuma tendrá un solo recambio más en medio de una paupérrima campaña.

 

De tal manera, puede sonar feo, y/o hasta agresivo, pero salvo una utopía (Magnano/Santander/Hernández, por citar ejemplos…), imposible soñar que quien releve en definitiva a Maffei, confiera garantías de salvar del descenso a Echagüe.

Inclusive el propio brillante técnico cordobés o el ex Echagüe, o el bahiense no podrían dar certezas de cómo puede terminar todo en medio de un panorama sombrío como pocas veces se vio.

 

Así entonces… Tal vez por un lado esté la austeridad dirigencial, por el otro está la misión casi imposible de pactar con un coach habilitado que quiera hacerse cargo de tan épica responsabilidad, y queda exactamente en el medio, la sumisión, la subordinación de un Barsanti que anhela seguir desarrollándose, a cualquier costo aparentemente.

 

Todas estas marchas y contramarchas reglamentarias, este grado notable de improvisación, ocasionan mayor desmedro para Echagüe e involucran al propio Barsanti en una poco confortable problemática.

La institución apeló a conmover a la AdC y lograr la excepcionalidad. La CODITEP se está quedando sin peso y perdería, en forma inédita, toda clase de influencia o ascendiente en la mesa de negociaciones con la Asociación.

 

Ahora bien… ¿Cuál será el grado de compenetración, de concentración de Barsanti con tan confusa y/o perturbadora coyuntura?

Su aprendizaje prosigue. De eso no quedan dudas. Pero… ¿Cuán fecundo es su servicio en un momento donde quien mande, quien ordene, quien dirija debe tener -ante todo- una imagen de líder, transmitiendo credibilidad?

 

No le hace bien a Echagüe esta imagen de precariedad. Nos encantaría la prosecución del “Titi”, pero también sostenemos el criterio que la AdC debe abrir definitivamente el juego de las negociaciones con representantes de todos los estamentos. De lo contrario, pareciera ser una dictadura.

Hasta hoy, todo lo que se ha hecho, ha sentado precedentes. No sería loco que en cualquier momento comiencen a rodar más cabezas de técnicos. Total, por lo visto, con un asistente se puede seguir jugando…

 

Y Echagüe, por su parte, acentúa su favoritismo a la vuelta al TNA. En estas condiciones, hoy solo lo salvaría un milagro.