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El comercio espera un consumo en “modo supervivencia” para los próximos meses

Los datos de noviembre compilados por el Indec para ventas de supermercados y shoppings confirman una tendencia que desde el sector privado ya se comenzaba a notar: el bolsillo de los consumidores dijo basta. La acumulación de aumentos de precios junto con salarios atrasados llegó a un punto alto en el penúltimo mes del año.

 

Además del recorte en los canales minoristas, el organismo estadístico también indicó una caída en ventas de autoservicios mayoristas por un 14,7 por ciento. El dato es llamativo cuando se considera que es mayor a la baja en ventas de supermercados (12,5%).

 

Para Damián Di Pace, esa cifra en ventas mayoristas “rompió el mito que la gente va al mayorista”. Varios analistas privados esperaban que a medida que los canales minoristas se encarecían, los puntos de venta mayorista reflejarían un crecimiento en su demanda.

 

“Noviembre fue el peor mes en materia de consumo para todo el año. Se experimentó una situación en la que los consumidores no sólo no buscaron la reposición de productos, sino que directamente no adquirieron bienes”, explicó Di Pace.

 

El analista considera que la situación actual es tal que “ya no hablamos de austeridad como antes, ahora directamente hablamos de precariedad en el consumo”. Los datos de Focus Market para diciembre vía Scanntech (lector de código en 515 puntos de venta) indican que no se experimentó un repunte típico de época de fiestas, con una caída del 13% en sus puntos relevados.

 

El mayor impacto en ventas para los canales mayoristas se debieron a una serie de factores, según Osvaldo Del Río, director de la consultora Scentia. El relevamiento anual del estudio especializado en consumo indica una baja del 4,4% en ventas para los canales mayoristas.

 

“Cómo la diferencia de precios entre los supermercados y el resto de los canales tiende a estar en favor del primer grupo, porque pueden mantener más estables durante el tiempo sus listas de precios, los consumidores en general consideran más beneficioso dirigirse al punto de venta tradicional del supermercado”, dijo Del Río. El analista explicó que esa diferencia a favor se debe, entre otros factores, a que el mayorista fue el canal que mayor aumento de precios tuvo [la inflación mayorista durante 2018 fue de 73,5%].

 

Los datos ya parecen haber sido incorporados por el sector empresario. “No nos sorprende, están en línea con la tendencia de la evolución de los meses anteriores”, le comentó a Infobae un ejecutivo de una de las cámaras de supermercados. “En otros momentos, el consumo básicamente estaba sostenido por los subsidios energéticos, con lo que había más capacidad de gasto inflada. Es más que lógico que frente a un aumento en las tarifas, el consumo experimentará caídas en cierto punto proporcionales”, afirmó antes de agregar que “el pensamiento actual en el sector es de modo supervivencia para los próximos meses”.