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El Chavismo toma por la fuerza el Parlamento y bloquea más a la Oposición

Fuerzas policiales y militares han tomado de madrugada el Palacio Legislativo Federal, la sede del Parlamento, para impedir el acceso de los diputados, que hoy tienen previsto sesionar bajo la presidencia de Juan Guaidó. “La Guardia Nacional (GNB) nos impide ingresar para sesionar como corresponde. ¿La excusa? Buscando una supuesta bomba”, protestó el opositor Juan Pablo Guanipa.

 

Agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) ingresaron en el Palacio con la excusa de buscar y desactivar una bomba que habría en su interior, la misma argucia usada en enero. En el Palacio Federal no sólo sesiona el Parlamento democrático, también lo hace la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), órgano revolucionario que tomó a la fuerza parte del edificio. Una unidad de la GNB mantiene una vigilancia de 24 horas en el edificio. Ya la semana pasada impidió el acceso a los periodistas por orden del Palacio de Miraflores.

 

A esta hora, los diputados valoran la posibilidad de llevar a cabo la sesión del Parlamento en las oficinas administrativas colindantes. “Vamos a llevar a cabo la sesión de hoy, el pueblo venezolano tiene que saber que aquí estamos sus diputados”, subrayó la diputada Elimar Díaz.

“Denunciamos ante el mundo que la dictadura secuestra el Palacio Legislativo”, dijo José Guerra, diputado y ministro de Economía opositor en la sombra.

 

“Los atropellos y tropelías de un régimen violador de derechos humanos nos han tocado muy fuerte. Hoy, a pesar de estar sitiados e impedidos de entrar en el Palacio Legislativo seguimos cumpliendo y en resistencia”, destacó la diputada María Beatriz Martínez.

“Intentan secuestrar el Poder Legislativo mientras el dictador se atrinchera solo en un Palacio en el que no debe estar, sospechando de todos a su alrededor”, reaccionó Guaidó a través de sus redes sociales. El presidente del Parlamento democrático añadió que la AN, “que sí fue electa por la gente y defenderá su legitimidad”.

 

En el orden del día figura el debate sobre la “desaparición” de Edgar Zambrano, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, además del torrente de detenciones, persecuciones y allanamientos realizados en los últimos días. Zambrano, dirigente de Acción Democrática (AD) permanece detenido desde hace una semana, sin que ni su familia (que exige una fe de vida ante los rumores de sus complicaciones de salud) ni sus abogados conozcan su paradero.

En su comparecencia ante el juez, realizada sin la presencia de sus defensores, fue acusado de traición a la patria, rebelión civil, conspiración, instigación a la insurrección, odio continuado y otros delitos.

La caza y captura contra los 112 diputados opositores aumentó durante la pasada semana, incluida una campaña de persecución y hostigamiento que afectó a una veintena de parlamentarios.

Al día de hoy, son tres los diputados encarcelados, 11 se mantienen en el exilio, cinco se encuentran escondidos, cuatro refugiados en embajadas, dos con medidas cautelares y tres a quienes se les ha arrebatado su escaño a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Todos ellos, además, han sufrido el apartheid revolucionario: amenazas, sin sueldo, una parte con pasaportes anulados y con obstáculos para acceder a servicios del estado, incluso para comprar pasajes de avión en las compañías intervenidas por el Estado.