Maran Suites & Towers

El aplastante triunfo de Schiaretti y el triunfazo peronista en Córdoba generan rumores desesperados en Casa Rosada

Entrada la tarde de este domingo, cuando ya era una certeza el triunfo de Juan Schiaretti por amplísimo margen, funcionarios del Gobierno diferían en el análisis sobre si ocasionará un perjuicio a Mauricio Macri en el plano nacional. En cambio, hubo matices aunque reconocimiento general del balance magro en la provincia, con pases de factura por las candidaturas divididas de Mario Negri y Ramón Mestre, y el golpazo extra de la pérdida de la intendencia de Córdoba, la segunda ciudad más importante del país.

 

Se trató de la séptima elección este año con resultado adverso para la Casa Rosada, la tercera general (antes Neuquén y Río Negro) sumadas a las primarias en San Juan, Entre Ríos, Chubut y Santa Fe, con números difíciles de revertir.

“Un desastre. Previsible, aunque no sé si tanto. Es el resultado de la torpeza, el radicalismo dejó una pésima imagen. Pero el elector de Schiaretti vota peronismo federal o Macri, no al kirchnerismo”, mechó un ministro la mirada (auto)crítica y el consuelo de un escenario diferente para la presidencial.

 

Algunos en la Casa Rosada lamentaron la devolución de coparticipación y la condonación de deudas a la provincia. Y se mantenía la expectativa sobre el rol de Schiaretti luego del triunfo, desde “ordenador” a “jefe indiscutido” del peronismo no kirchnerista. Un alto funcionario descartaba en la noche de este domingo que pudiera subirse a una candidatura nacional e incluso lo imaginaba como “coordinador” entre Macri y la oposición considerada racional o moderada.

 

Lo que no se mide es que en Córdoba el kirchnerismo bajó su lista como un gesto, como un símbolo constructivo, edificante. Se pugnó por evitar la fragmentación desde el mismo segmento K. Y eso fue muy bien visto desde diferentes ángulos. Y esas actitudes tienen tradicionalmente devolución.

 

Ni hablemos que si bien en la previa se descontaba una victoria de Schiaretti, nadie en Casa Rosada, nadie del entorno macrista leyó lo que sería semejante impactó respecto al porcentaje que ahora se va constatando con el recuento de los votos.

De hecho, imposible obviar que María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta habían viajado a respaldar a Negri. Elisa Carrió se instaló en Córdoba un tramo de la campaña y también acudió el correligionario Gerardo Morales.

 

Al caer la noche Rogelio Frigerio -ministro del Interior- llamó al ganador para felicitarlo. En el Gobierno no se disimulan los lamentos por la división y también por la unificación de la fecha en la Capital, con el consuelo absurdo de que la suma de los votos de Negri y Mestre representarían -de acuerdo con la mirada oficial- “el piso de Cambiemos de cara a las PASO” en las que Macri buscará la reelección, sin mirar que luego de esta paliza “con tonada”, las relaciones se tensarán más que nunca entre los de Cambiemos y radicales.

 

Cabe acotar que el triunfo de Martín Llaryora sobre Rodrigo de Loredo y Luis Juez en el territorio gobernado por Mestre terminó de sacudir a Cambiemos. “Es una catástrofe. Imposible todavía saber el efecto a nivel nacional pero no es nada bueno. Se hubiera perdido igual pero se podía conservar la Capital si Negri, Juez y Carrió no rompían la interna”, se siguió masticando la bronca desde Balcarce 50.