Maran Suites & Towers

Eduardo Jacobo: “no guardo rencor; me quedo con todo lo bueno que hemos cosechado en esta coyuntura”

Eduardo Jacobo fue una de las estrellas de aquel seleccionado Mayor entrerriano de basquetbol que brillara de modo fulgurante en el Más Argentino de Todos los Campeonatos, Versión 1989. Su actitud inolvidable cosechó ovaciones. Hoy, soporta el prejuzgamiento, la discriminación de un grupo de imbéciles que denostaron a su hijo Amir, el “Caso 1” de coronavirus en Concordia. Una historia increíble, reveladora.

 

Parte de una sociedad, enferma, sacó a relucir los más nefastos signos de psicosis, de paranoia… Sin hesitar que, el Covid-19 genera inconmensurable data informativa y en especial, por estas horas, estadísticas más aciagas que esperanzadoras a lo largo y ancho del mundo.

Pero es inaceptable lo acontecido en Concordia. “Nos hicieron sentir terroristas”, calificó Eduardo Jacobo al iniciar la breve charla esclarecedora.

Su hijo Amir, acababa de volver de Estados Unidos, y mentes incongruentes echaron a rodar en Redes Sociales y vía WhatsSpp versiones execrables sobre su estado de salud, aunque peor aún de su presunta conducta tras pisar suelo argentino.

Fueron expresiones plenas de odio, de resentimiento, y más grave, cargadas de mentira, de falsedad. Un escrache absurdo, grotesco, malvado. Se había desatado una pandemia de aborrecimiento.

Pese a todo, Eduardo Jacobo no guarda rencor. “Intento pensar en los mensajes positivos”, dijo en ameno diálogo con los colegas de Diario Junio.

Contó detalles, se explayó y mostró todos los documentos que tuvo que tramitar para ir a buscar a su hijo. “Tramité todo lo necesario para circular por 48 hs en la ruta, pasé por 7 controles hasta Ezeiza justificando el viaje y cuando llegué mi hijo ya estaba allí. Le habían tomado la fiebre y hecho todos los controles necesarios. No tuvimos contacto con nadie más que la gente de Gendarmería que en cada parada revisaban los papeles, repito, nos tomaban la fiebre y siempre estuvo todo en orden”, explicó.

“Cuando veníamos viajando ya habíamos visto algo de lo que se estaba hablando acá. Un poco nos reíamos, pero después se puso muy agresivo. Mi esposa nos avisó que se había activado el protocolo para nosotros en Concordia y que nos iban a esperar en la 015. Cuando llegamos había unas 30 personas esperándonos entre gendarmería, municipales y personal de salud. Nos sacaban fotos y filmaban como su fuéramos terroristas o personas peligrosas para la sociedad. No sé cómo explicarlo…De por sí llegar a tu ciudad y que te esté esperando semejante operativo es incómodo y lo entendimos, pero al resto no”, narró.

“Nos tomaron varias veces la fiebre por si el aire acondicionado del auto no mostraba síntomas reales, la Policía incluso le pidió a Amir su VISA y pasaporte porque estaba esa idea de que había eludido los controles tomando paracetamol. Después nos llevaron al Masvernat, mi hijo se hizo el hisopado y nos mandaron a casa para la cuarentena (que ya sabíamos que teníamos que hacer) y con un policía en la puerta. Eso fue todo lo que pasó”, agregó quien se luciera en aquel Argentino del triple de Aníbal Sánchez, y luego sobresaliera en el básquet de Ascenso aunque sin llegar a la cúspide porque eligió estudiar Licenciatura en Sistemas, Carrera que le dio luego el pasaporte para ingresar a la Justicia por Concurso.

“Yo entiendo que la gente esté con miedo y la gravedad de la situación. Pero creo que están muy contaminados, que tendrían que pasar más tiempo con su familia y más unidos en estos casos. O al menos no hablar, no insultar ni escrachar a nadie…que se yo…creo que no se dan cuenta el daño que hacen. De todos modos me quedo con la parte positiva, también recibimos mensajes de cariño y aliento. Ahora solo queda seguir esperando que todo esto pase”, consignó el “Turco”.

“Los médicos, los enfermeros, todo el personal del Masvernat se portó maravillosamente. Eso quiero rescatar por sobre lo negativo. El sistema de Salud no lo cuestiono o reprocho. Y en especial el paso por el hospital ha sido una experiencia más que positiva en lo humano y ni que hablar del trato profesional. Me quedo con todo lo bueno que hemos cosechado en esta coyuntura”, concluyó Eduardo Jacobo.