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Despidos de Télam: Lombardi fue aclarar a Diputados… oscureció

Hernán Lombardi fue a la Cámara de Diputados a defender los 357 despidos de la Agencia Télam, escuchó los silbidos de un puñado de empleados, gritos de la oposición pero tuvo una pequeña tribuna aplaudidores integrada por Eduardo Amadeo, Cornelia Schmidt Liermann, Karina Banfi, Silvia Lospennato y Pablo Torello, en la primera fila del anexo C y encargados de proteger al titular del sistema de medios públicos y al presidente de Telam, Rodolfo Pousá, el primero en justificar la drástica medida.

 

“La agencia tiene una productividad de 0.7%, 6 corresponsalías paralizadas, donde hacían 9 cables por mes. Proponemos que Télam produzca información y recupere su antiguo lema: si informó Telam, es verdad”.

 

Invitados por la Comisión de Legislación Laboral, presidida por el peronista pampeano Sergio Ziliotto, Pousá y luego Lombardi se preocuparon porque sólo el 4% de la facturación de la agencia estatal es por ingresos propios mientras que EFE y France Presse recaudan el 40 y 60% en el sector privado.

 

“Era inadmisible el nivel de ausentismos y la cantidad de francos”, se indignó Lombardi y admitió con preocupación que sólo el 4% de su financiamiento es con fondos propios.

 

“Siempre actuamos con pluralismo y respetamos derechos laborales, pero llegamos a tener 60 personas con fuero sindical que inducían a la empresa a ser portavoz de un relato político. La situación era delicada porque el Gobierno anterior duplicó el personal en los últimos años, sin un plan”.

 

“Era inadmisible el nivel de ausentismo, la cantidad de francos injustificados, los cobros de adicionales. El pago de indemnizaciones no fue un esfuerzo menor. Pero tenemos que hacer una empresa sustentable”, señaló Lombardi.

 

Sobre final, confirmó que se pagó por indemnizaciones 351 millones de pesos y la más baja fue de 120 mil.  “Entendemos que este paso duro pero indispensable dará comienzo a una agencia que responda a los desafíos del periodismo actual”, se entusiasmó.

 

El kirchnerista Leopoldo Moreau le recordó que entre sus argumentos para los despidos estuvo el de un supuesto sesgo ideológico de los empleados y recordó que echó a 48 personas que habían hecho cursos pagos la empresa.

 

“¿Cuál es su plan? Desde que está la TV pública bajó el rating como nunca, radio nacional también y ahora explota Telam”, le achacó.

 

“En la década K se escrachaban opositores. No hay un caso de persecución ideológica”, exclamó Lombardi. Los empleados suspiraron pero recién levantaron la voz cuando Pousá admitió  haber realizado un juicio contra canal 7 porque lo echaron “sin causa” en 2001. “¡Igual que a nosotros!”, le gritaron sus ex dirigidos.

 

Facundo Moyano fue el más duro. “El 26 de junio echaron a los empleados ahora dicen que harán lo que diga el Ministerio de Trabajo. ¿Por qué no dictaron la conciliación obligatoria? Porque no querían negociar y el Ministerio de Trabajo es cómplice”.

 

“Si es cierto que había problemas operativos y era el argumento a echar. ¿Por qué no los echaron con causa? ¡No tiene humanidad! ¡No les duele nada!”.

 

“Gastaron 3 millones en infraestructura de fotos 1 millón en desarrollar un App. ¿Cuál es su plan ministro?”, lo increpó el diputado del Frente Renovador y se ganó los aplausos de los empleados. Lombardi nunca le respondió, pero sí levantaron la voz sus pares de Cambiemos.

 

“Yo quiero que la Comisión de Libertad de Expresión trate los proyectos sobre agresiones a periodistas como Nicolás Wiñazki y Daniel Malnatti”, exigió Banfi.

 

Amadeo exhibió una postal con la cara de Néstor Kirchner que dice haber recibido en 2009 de la agencia Telam. “Se pagó con dineros públicos”, se indignó Lombardi, pero ignoró la primera pregunta del diputado PRO: ¿Por qué no llamó a un Programa Preventivo de Crisis?

 

Se entusiasmó hablando de las fake news ante una propuesta del cordobés Juan Brügge. “¡Hable de los despidos!”, le gritó el kirchnerista Adrián Grana.

 

Sobre el final tomó la palabra Ricardo Cárpena, otro directivo de Télam y dejó más argumentos.  Habló de una ex maestra de Máximo Kirchner jubilada como periodista en Telam, de un periodista de Catamarca que hacia 6 notas por mes y de otros que usaban el material de la agencia por sitios web personales.

 

“No atendían los teléfonos y priorizaban otros trabajos”, insistió. “Queremos ejecutar un plan, pero está tomado el edificio”, explicó.

 

Toda la oposición se unió para enfrentar a los funcionarios, con anécdotas locales, como la chaqueña Elda Pertile. “Vaciaron la agencia de Chaco y dejaron la de Corrientes, porque hay un gobernador oficialista”, denunció. “Los empleados de esa agencia estaban de antes”, respondió Cárpena.

 

La catamarqueña Silvana Ginocchio defendió a los periodistas de su provincia. “Fueron premiados”, aseguró. La jujeña Carolina Moises, de Argentina Federal, el bloque de los gobernadores, aludió a una persecución informativa.

 

“No se hicieron cargo de la agencia en dos años. Los empleados debían cumplir órdenes suyas”, reprochó Grana.

 

“No dejo de pensar en la irresponsabilidad de los que engrosaron una planta sin servicios”, insistió Lombardi, a las 23 horas. Lo dejaron ir pasada la medianoche.