Maran Suites & Towers

Declaró Bordeira y refutó los dichos de Lemos

Griselda Bordeira, quien permanece detenida en la Unidad Penal de mujeres de Paraná por decisión del juez federal Leandro Ríos, en la causa por narcotráfico vinculada a Daniel Celis, amplió su declaración ante la Justicia.

 

La sargento primero de la Policía provincial está considerada como adquirente y colaboradora de la banda narcocriminal que encabeza Celis y que es investigada en una causa que tiene como procesados al intendente, Sergio Varisco y al concejal Pablo Hernández, este último también detenido.

Bordeira narró un hecho ocurrido antes de los allanamientos a la Municipalidad de Paraná y a otros domicilios, tras lo cual quedó presa.

 

Se trata de una situación en la que un presunto policía federal se presentó en su vivienda simulando ser empleado de una empresa de correo con la intención de entregarle un paquete. Ante la sospecha de la sargento, el hombre se dio a la fuga, aunque Bordeira pudo determinar después, en virtud de los datos del automóvil en el que se trasladaba, que era un miembro de la fuerza federal.

 

A raíz de eso, formuló una presentación poniéndose a disposición del juez Ríos. Al día siguiente ocurrieron los allanamientos, y luego su detención.

Bordeira también se refirió al encuentro que tuvo con Luciana Lemos, la pareja de Celis, quien aseguró oportunamente que la había ido a buscar a la Municipalidad con tres kilos de cocaína en la mochila, para entregárselos a ella, Varisco y el concejal Emanuel Gainza (a quien Ríos dictó esta semana la falta de mérito en la causa).

 

La detenida dijo que Lemos llegó al municipio antes que ella, que eso está registrado en las cámaras de seguridad , y que al llegar al municipio, Lemos la estaba esperando “con una mochila chiquita, que se puede observar en las cámaras, que lo recuerdo porque ella tenía dos celulares y como la llamaban de un teléfono y también del otro, recuerdo que dejó la mochila arriba del primer escritorio que está a mano derecha en la oficina”, precisó.

“Lo único que yo recuerdo que haya llevado al ingreso de la oficina, es esa mochilita y que no llevó otro bulto y que no dejo absolutamente nada”, enfatizó, indicando que a la llave la tiene el “policía adicional” del lugar, que es tan pequeño que no existe la posibilidad de que dejaran algo allí y que el resto de los integrantes de la oficina no lo vieran. “Yo tenía chofer que me llevaba desde que salía de ahí hasta mi casa y si veía un bulto extraño se iba a dar cuenta”, apuntó.

 

Luego dijo que Lemos volvió a ir a esa oficina a la tarde, con la misma mochila y con su hija pequeña que jugaba con esa mochila. “Celis la llama por teléfono y lo busca en esa mochila y la atendimos debajo de la cámara de seguridad para evitar esto”, añadió.

La acusada dijo que la suboficial de Policía Alicia Villalba, el sargento Luis Retamar y la empleada municipal Solange Bruno, son testigos de lo ocurrido, al igual que el chofer Juan Maldacena.

 

Consultada por la defensa, Bordeira dijo conocer a Nilda Luna, a la que caracterizó como informante policial, cuyos aportes permitieron esclarecer “varios hechos y varias personas están privadas de su libertad gracias al testimonio de ella”, precisó. “Me llamó mucho la atención que haga ese tipo de declaraciones”, agregó respecto de la mujer que la incriminó como narcotraficante.

En otro tramo de su declaración, el fiscal le requirió a Bordeira que aclare sobre un audio del 14 de febrero enviado al concejal Pablo Hernández, en el que expresó “… yo soy la que menos tiene que ver …”.

 

La policía detenida respondió que ya en su primera declaración había explicado su postura. “… a diferencia del resto, por mi condición de policía yo mantenía ese recelo con la relación con Celis porque yo no le creía, pero aclaro también que cuando digo que la que menos tiene que ver y porque digo que soy la más limpia de todos, porque cuando yo ingreso al equipo de trabajo Celis ya estaba militando en el Movimiento Vecinalista del Oeste, yo no lo fui a buscar”.

 

También señaló que cuando Celis y su grupo “iban a reclamar cuestiones de compromisos militantes y no de cuestiones de relación con el narcotráfico, siempre tenía que atenderlos yo, por temor de los otros que se iban o se encerraban, como Pablo Hernández. Mi relación siempre tuvo que ver con mi función en la Municipalidad y como parte de un equipo. Quiero aclarar que cuando Celis iba a la Municipalidad, que siempre iba con un grupo de personas incluso empleados municipales, siempre fue en horarios normales a la luz del día, con las oficinas abiertas”, indicó.

 

Finalmente, según el completo informe de los colegas de Diario UNO, dijo que cuando Celis se sumó al trabajo político con el varisquismo no tenía antecedentes policiales “porque (tener antecedentes) era una excusa que buscábamos para evitar esta exposición que hoy tenemos”, apuntó.