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Criminales… El ex jefe de la Armada reconoció que el Ara San Juan no estaba para navegar

El ex jefe de la Armada Marcelo Srur denunció que le ocultaron información sobre las condiciones en las que se encontraba el submarino Ara San Juan antes de zarpar que le hubiera permitido evitar su hundimiento y la muerte de sus 44 tripulantes.

 

“El submarino no estaba apto para navegar solo. Sí apoyado por una flota, pero no en la lejanía y en zonas de pesqueros, a 200 millas. Yo no lo hubiera hecho nunca”, concluyó Srur en su segunda exposición ante la bicameral que investiga la desaparición de la nave el 15 de noviembre de 2017, hallada recién hace 20 días por la empresa estadounidense Ocean Infinity.

 

El almirante citó un informe de julio de 2017 que identificaba desperfectos en la válvula Eco 19 y recién conoció cuando el submarino dejó de ser localizado y secuestró toda la documentación a su alcance.

 

“Si ya había entrado agua ¿Por qué no se podría repetir? Y la información que tengo, ya desde afuera, es que el problema nunca se solucionó”, explicó Srur, durante un feroz cuestionario de la diputada kirchnerista Nilda Garré. Minimizó las explicaciones que diera antes de zarpar el capitán Pedro Fernández, “porque los almirantes siempre quieren navegar” y la responsabilidad es de sus superiores.

 

El ex jefe de la Armada volvió a acusar de ocultar información en las 48 horas posteriores a la tragedia a sus ex subordinados Luis López Mazzeo, ex jefe del comando de adiestramiento en Puerto Belgrano; y Claudio Villamide, ex comandante de la Fuerza de Submarinos. Ambos fueron desplazados en sumarios express impulsados por Srur poco antes de pasar a retiro y motivos de denuncias por falso testimonio.

 

Srur insistió en que sus subordinados López Mazzeo y Villamide le ocultaron información cuando desapreció el submarino y le impidieron iniciar una rápida búsqueda.

 

En su exposición ante la bicameral, la semana pasada el ministro de Defensa Oscar Aguad respaldó la versión de Srur y coincidió en que de haberse enterado al instante del ingreso de agua y el principio de incendio en las baterías no se habría sumergido el submarino a la profundidad y los 44 tripulantes estarían con vida.

 

 

“Llama la atención que cuando se produjeron los hechos, la gestión estuviera tan desorganizada. El ministro estaba en Toronto, usted en Uruguay, López Mazzeo en una charla en Buenos Aires y se fue a un programa sanitario en Chaco. Es inexplicable”, se indignó la ex ministra.

 

“Yo había sido autorizado a salir del país y desconocía el movimiento del ministro. Como dice el reglamento, si el jefe del Estado mayor se ausenta, el subjefe es el que asume. Cada uno en su lugar”, se defendió Srur.

 

Aguad reconoció que tras el incendio de baterías “no debimos sumergir” el Ara San Juan

 

Y recordó que López Mazzeo era el jefe de todas las fuerzas navales y por lo tanto es quien debe dar explicaciones. “Cuando supe que estaba en el Chaco y con el jefe de operaciones le ordené retornar de inmediato. Minimizaron la situación, porque mandaron un solo barco. Recién cuando lo llamo, manda otra unidad. Desde que llegué a Argentina di directivas de lo que había que hacer, pero dentro de la cadena de mandos cada uno cumple”, se excusó.

 

El almirante no ahorró anécdotas sobre el extraño accionar de Mazzeo, que Aguad había reconocido que era motivo de suspicacias.

 

“En marzo de 2017 ya había tenido un episodio similar cuando se fue a Estados Unidos sin autorización y se llevó al jefe de operaciones”, recordó Srur. Y contó que a los pocos días de hundirse el Ara San Juan y a partir de un contacto personal en la armada de Estados Unidos, Mazzeo acercó un informe, en sobre cerrado, que identificaba una anomalía hidroacústica en la zona donde apareció el último 17 de noviembre. Es ni más ni menos que la prueba de la implosión.

 

Hace quince días, en una charla privada a los legisladores de la bicameral, el ex jefe del comando de adiestramiento aseguró que Ocean Infinity cobró una fortuna para navegar en esa franja marina y por lo tanto el gasto fue inútil.

 

De hecho, consultado por la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, Srur confirmó que el 24 de noviembre de 2017 informó a Mauricio Macri sobre la anomalía hidroacústica detectada, pero que aun así no podían dejar de rastrear otras zonas.

 

Lo cierto es que se perdió tiempo y mucho dinero por fallas administrativas que el jefe de la armada no debería tomar como ajenas. “Usted tiene que entender que la tarea del Gobierno es también supervisar a la fuerza”, intentó hacerlo cargo el diputado kirchnerista Guillermo Carmona, ante la insistencia de Srur en desligar culpas a sus subordinados. “Le faltó a autoridad, tuvo el cargo de jefe pero no lo ejerció”, lo acusó Garré, pero no logró conmoverlo.

 

La bicameral no dará un informe final al menos hasta mitad de año, tras revisar las 67 mil imágenes registradas por la empresa estadounidense y esperar el avance de la causa instruida por Marta Yañez en el juzgado de Caleta Olivia, que también investiga la interna de la armada. Clave para determinar a los culpables de la tragedia.