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Conflicto APB-FeBER: El árbol que tapa el bosque

ESPECIAL (por Edgardo Dante Buffa*).- Aprovechando la invitación que me ha realizado en forma pública Cuestión Entrerriana para opinar en relación al conflicto que mantienen la FEBER y la APB quiero manifestar mi punto de vista sobre tres temas. El primero tiene que ver con el respeto a los chicos y jóvenes que practican la disciplina, que son el motor de quienes trabajan en todos y cada uno de los clubes, independientemente de su ubicación geográfica. Desde esta óptica no comparto ninguna decisión que le quite a un chico y/o adolescente la ilusión de jugar un torneo provincial para el que como en el caso de los chicos de las selecciones de Paraná se vienen preparando desde principio de año.

 

La decisión de la FEBER de suspender los torneos provinciales de U13 y U19 con el solo argumento de esperar que se confirme o no la suspensión dispuesta sobre la APB pone a sus dirigentes en un lugar en el que sinceramente nunca me gustaría estar.

Los dirigentes de la FEBER sabían que la imposibilidad de que los chicos disputaran dichos torneos mientras la sanción a la APB no estaba firme era el punto más vulnerable judicialmente, dado que no era necesario que lo impugnará la Asociación sancionada, sino que seguramente lo harían los padres de los menores que se venían preparando desde hace meses y se veían imposibilitados de jugar una instancia que no se iba a repetir en su vida, aun cuando la suspensión de la afiliación de la APB fuera dejada sin efecto.

 

Obligados a otorgar al recurso de la APB el efecto suspensivo para no correr el riesgo de habilitar una posible instancia judicial, decidieron en el mismo acto suspender los torneos provinciales de U13 y U19 con el único y sincero argumento de esperar que se resuelva sobre la suspensión. Ergo, que el 6 a 1 automático de la Asamblea confirme la suspensión y los chicos de Paraná se queden sin jugar.

¿Era necesario adoptar esta resolución de suspensión de los torneos U13 y U19? NO, pero parece ser una declaración de principios de la dirigencia federativa. Honesta y respetuosamente no me gusta la imagen que les devuelve el espejo.

 

2) Todos podemos expresar nuestros puntos de vistas y debemos hacerlo aceptando que el disenso enriquece y que la discusión debe servir no para enfrentarse, sino para intentar entenderse en las coincidencias y divergencias.

El Secretario de la FEBER y dirigente paranaense Arnoldo Abasto está recorriendo los clubes y llevando adelante una activa campaña de prensa para difundir su posición y está bien que lo haga. Creo sí que hay temas en los que se deber ser prudente y cuidadoso.

 

Todos sabemos el esfuerzo que para los padres y las madres significa posibilitar que sus hijos practiquen un deporte. A ese esfuerzo se suma el trabajo desinteresado de decenas de personas en los distintos clubes. Ese esfuerzo y la difícil situación económica actual exigen de los dirigentes prudencia, moderación y un celoso chequeo de la información cuando se habla del destino del dinero producto de ese esfuerzo.

En su nota el Dr. Abasto ha señalado que la APB posee 2600 jugadores mayores de 12 años y que ha declarado sólo 1076 ante el ente federativo, y se pregunta “… cual ha sido el destino de esa importante suma de dinero…”, en referencia a los supuestos 2600 que cobro de los clubes y los 1076 que declaro a la Federación.

 

Creo que tan grave acusación exige de la APB la exhibición pública de los listados. Pero sin perjuicio de ello un simple cálculo muestra que la afirmación de Abasto es insostenible.

En el Torneo Apertura de la APB participaron un total de 98 equipos con jugadores mayores de 12 años (U13 trece equipos, U15 veinticuatro equipos; U17 veintitrés equipos; U19 diez equipos; Primera C diez equipos y Torneo Dos Orillas dieciocho equipos).

 

Es sabido que las categorías U13 y U19 generalmente tienen pocos jugadores y se completan con jugadores de categorías inferiores, y que los mismo sucede en aquellos clubes que tienen equipos A y B en la misma categoría, y que muchas primeras juegan con jugadores juveniles.

Pero prescindiendo de estos datos, si diéramos por sentado que los 98 equipos tienen 12 jugadores genuinos de su categoría, esto nos daría un total de 1.176 jugadores.

 

Si en cambio tomaros la cifra de 2600 jugadores proporcionada por Abasto y la dividiéramos por los 98 equipos, no daría que el número promedio de jugadores por equipo sería de 26,53 jugadores.

La contundencia de los números exime de mayores comentarios y debería servir para que las informaciones que  dan los dirigentes sean   debida y previamente chequeadas

 

Estoy seguro que no ha sido intención del Dr. Abasto brindar una información incorrecta, pero a veces las pasiones son malas consejeras y a los dirigentes les debemos  exigir mayor prudencia y análisis antes de volcar datos que resultan sensibles y tienden un manto de sospecha sobre terceros.

 

3) Por último me permito descreer que la dureza y la falta de respeto que a su entender han contenido las expresiones del presidente de la APB Leandro Blanc, hayan sido el motivo que llevo a los dirigentes federativos a suspender la afiliación de la APB.  Sí así fuera no se entiende el irónico comunicado que la misma emitió como respuesta. No parece lógico que el lenguaje que se utiliza como propio por el ente federativo sea causa de la sanción que se impone a una afiliada.

La verdadera diferencia está en las formas de organización, los estilos de conducción y lo que se pretende para el básquet, y deseo fervientemente que sea ese el debate que demos para adelante sin prepotencia, sin abusos, sin amenazas y por sobre todas las cosas sin rehenes, respetando el derecho de nuestros jugadores y de sus clubes.

Fuente: Pte. Sub Comisión de Basquet del Club PATRONATO.-