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¿Colapso? Se cayó el sistema de gestión judicial

El sistema nacional de gestión judicial -a través de la cual se difunden las notificaciones y se resuelven trámites en todos los fueros- quedó fuera de servicio durante la mañana de este jueves. La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, que conduce Julio Piumato, denunció desinversión en ese sector y pidió a la Corte que decrete la feria judicial en todos los juzgados y tribunales afectados.

 

“El funcionamiento calamitoso del lex-100 (nombre del sistema caído) esconde casi una década de desinversión en todos los aspectos”, comienza el comunicado de la UEJN, según el cual hace siete años que no se compran computadoras y quedaron fuera de operación los equipos que estabilizan la electricidad.

 

“Hoy fue el equipo de comunicaciones central al que no se le previó el reemplazo a pesar de que no se informó hace años dicha necesidad”, sigue el texto.

 

“El backbone que se rompió es parte de la columna vertebral que refiere a las conexiones hacia el datacenter, y lo que se está haciendo es un parche”, denuncia Piumato, y se lamenta de que si se hubieran hecho los cambios en su momento, la falla que detuvo el sistema se hubiera resuelto en cinco minutos.

 

En cambio, “estamos sufriendo la pérdida del servicio de justicia por uno o más días por la sinuosa política de inversiones”.

 

Para el sindicato, estos problemas son causados por “el déficit en espacio en disco y capacidad de atender a tantos usuarios simultáneos”. Algo básico, y que naturalmente se irá agravando con el tiempo. “Algo similar ocurre con el terrible funcionamiento del mail”, advierte.

 

“Los cortes y la lentitud pasmosa en el sistema de gestión lex-100 encuentran otras causas, que si continuamos en este estado de dejadez se irán visibilizando. No se han adquirido las licencias necesarias para un sistema de estas dimensiones”, insiste el comunicado.

 

“La Dirección General de Tecnología debe tener un único director a cargo, una gestión con planes de corto y mediano plazo, pero también un incesante flujo de inversiones de infraestructura”, concluye.