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Cargill ratificó despidos en sus plantas de Alvear y Villa Gobernador Gálvez

Cargill ratificó los 40 despidos de su complejo en Alvear y Villa Gobernador Gálvez en la última audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo provincial en el marco de la conciliación obligatoria que vence este jueves a la medianoche. Como la multinacional no acercó ninguna alternativa para negociar, el gremio advirtió que si no reincorporan a los operarios cesanteados comenzarán las medidas de fuerza.

 

“Vamos a una huelga larga y contundente en los dos puertos principales que tiene Cargill en el país, que son los de Punta Alvear y Villa Gobernador Gálvez. Si no reincorporan, la empresa no va a moler un solo poroto de soja”, afirmó el titular del sindicato de Aceiteros de Rosario, Adrián Dávalos.

 

La sede local del Ministerio de Trabajo, ubicada en San Lorenzo y Ovidio Lagos, estaba vacía por el paro de los estatales. En la calle, los afiliados al sindicato de Aceiteros, acompañados por organizaciones políticas y gremiales que apoyan la lucha por la reincorporación de los trabajadores despedidos, cortaron el tráfico. “Cargill basta”, pintaron sobre el asfalto.

 

Como el abogado de la multinacional, Ángel González del Cerro, ratificó la decisión de la empresa de despedir a los 40 trabajadores de las plantas santafesinas, al filo del vencimiento de la conciliación, las posibilidades de encauzar algún tipo de negociación para dar marcha atrás con las cesantías se desvanecieron. Ahora habrá que esperar hasta el viernes para que el sindicato de Aceiteros confirme el plan de lucha.

 

Dávalos dijo que el mandato de las asambleas fue la de tomar “cualquier tipo de medidas de fuerza”, por lo que no descartó ir a una “huelga larga y contundente en toda la zona en las vísperas de la cosecha”. El titular de los aceiteros rosarinos dijo que no tenían demasiadas expectativas por torcer la situación. “Tenemos bronca porque la empresa se plantó, favorecidos por el contexto político, y en ningún momento quiso arreglar, han decidido enfrentarnos”, amplió.

 

Cuando la multinacional no dejó ingresar a los trabajadores despedidos, el gremio denunció la militarización de las plantas santafesinas. La conciliación vence el jueves a la medianoche y el conflicto puede agudizarse. En ese marco, Dávalos planteó: “Nosotros vamos a ejercer nuestro derecho a huelga, pero sabemos que la patronal está jugando, porque estaría de moda en estos tiempos, con la Prefectura y la Gendarmería, estamos dispuestos a asumir las consecuencias”.

 

Por su parte, el diputado provincial Carlos del Frade (FSyP), que participó de la reunión, adelantó la posibilidad de denunciar a la a la multinacional en la justicia. “El despido masivo irracional y sin causa que produce Cargill es un delito”, señaló el legislador.

 

Según del Frade, Cargill incurre en un delito en flagarancia al despedir masivamente trabajadores sin tener ningún fundamento económico, afectando la paz social. “Se tiene que empezar a juzgar eso para defender las fuentes de trabajo. También presentamos la idea de que la provincia trate de embargar cuentas de Cargill, para que les quede claro que no pueden hacer lo que quieren”, agregó el legislador.