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Básquet Local: benditos dirigentes…

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Mucho hemos hablado este año sobre la dirigencia de la APB, tanto de la mesa como delegados, representantes, directivos de clubes y nos faltó profundizar acerca de esos abnegados padres y madres que conforman subcomisiones.

 

Hemos apelado meses y años atrás a llamar a la reflexión a las instituciones. Propendimos a abrir mentes, propusimos, expusimos ideas, algo que parece faltar en las Redes Sociales, donde mucho se critica, mucho se opina, mucho se agravia, estérilmente.

 

De más está decir que el 2013 ha sido uno de los años más negativos en cuanto a respeto de programación en TODAS las categorías, y si bien podemos contemplar que se está cerrando el calendario y ya hay divisiones con competencias finalizadas, salvo un NECIO-SOBERBIO no admitirá las groseras desinteligencias que hubo con permanentes suspensiones.

 

Si el programa tendrá una clausura DIGNA será por el esfuerzo de jugadores, entrenadores, árbitros, dirigentes y en el caso de las Divisiones Formativas, muy especialmente gracias a la TOLERANCIA de los padres (sin distinción de género) que allanaron toda clase de dificultades horarias para que sus hijos puedan asistir a partidos en días y horarios inapropiados para chicos de 7 a 15 años que concurren diariamente a sus actividades escolares, como desarrollan actividades educativas-culturales extra-áulicas, u otra disciplina deportiva, amén de sacrificar descanso/recreación necesarios y/o VIDA FAMILIAR fuera del deporte.

 

Muy dóciles para obedecer

 

Y aquí nos detendremos con un aspecto clave en la función de esos abnegados y loables integrantes de Subcomisiones. Creemos que están faltando agallas, coraje, carácter para imponerse. Hay una RESIGNACIÓN alarmante por parte de quienes son los que GENERAN los recursos para que las entidades puedan ser representadas en competencias OFICIALES.

 

Son estos padres y madres los que se ponen un montón de responsabilidad sobre sus hombros con el simple objetivo MAYORITARIO de sacrificarse por sus Cachorros y de los ajenos.

Y si bien esa generosidad meritoria es digna de alabar, consideramos que se está incurriendo en una conformidad inquietante, en cuanto a aceptar suspensiones y reprogramaciones antojadizas, provocando todo tipo de perjuicios a los pibes y a los otros padres/madres que ya no saben cómo hacer para trasladar y acompañar a sus hijos, o simplemente cómo MANTENER económicamente esa participación deportiva de sus chicos.

 

Idem, sobrellevan con extrema tolerancia, sin tributar mejores mecanismos recaudatorios ni corregir o enmendar lo que ello acarrea, que los clubes ocupen los gimnasios para eventos/sucesos ajenos al básquet, y así se postergan sesiones de adiestramiento, salvo aquellos técnicas de algunas instituciones que -CRITERIOSAMENTE- pactan con otros colegas juegos/ensayos en conjunto para que los chicos no pierdan el día.

 

Sobre suspensiones y otras yerbas, desde la APB, dicen que “de común acuerdo con entrenadores y árbitros”, disponen re-confección de agendas, pero comunican los cambios -aparentemente- sin informar en tiempo y forma a delegados, ni analizar el perjuicio que conlleva jugar cotejos de Formativas o Menores en días de semana y/o hasta en feriados.

 

Peor aún… Se ha dado la peculiar situación de enterarse los padres que al día siguiente jugaban sus hijos, en una indiscutible falta de respeto absoluto por la FAMILIA, núcleo esencial de la Sociedad. Ejerciéndose una especie de coerción perniciosa.

 

Asimismo, desde las Comisiones Directivas se aduce -en parte de forma comprensible- que “sin alquileres, no hay obtención de fuertes sumas de dinero” y así se limita, se restringe el DERECHO a aprender de los pibes que a lo largo del año pierden varias horas de aprendizaje.

 

El punto es que ELLO SE ACEPTA sin debate, sin discusiones. No hay rebelión. No hay rebeldía. O NO HAY IDEAS superadoras. Cuando en realidad, las Subcomisiones en vez de agachar la cabeza, deberían trabajar JUNTO al directivo, aportar ideas, aportar proyectos fecundos para cada parte.

 

Hay un CONFORMISMO estoico, claudicándose al DERECHO de exigir a la APB y a los propios clubes que se trabaje con SERIEDAD, con el CELO y SENSATEZ indispensables.

 

También desde la APB se exige a los clubes cumplan, precisamente, con las FORMALIDADES de RIGOR en cuanto a los montos a depositarse ante la misma, como se insta, se requiere a que las instituciones cumplimenten con todos los recaudos para abrir estadios y la inversión que ello significa (mesa de control, árbitros, luz, uso de sanitarios, etc, etc).

 

Pero si faltaba una muestra más del imperio que se derrumba sobre los castigados hombros de quienes integran Subcomisiones, ella es que desde las Comisiones Directivas se apunta de modo casi irreversible (pues los directivos de los clubes SUFREN EL TRIPLE…), a que “sin socios, no hay club”. Y por consiguiente al Arancel se le suma la cuota societaria, o viceversa… Eso sí… Cuando el socio/jugador, el padre/madre  pagador BUSCA SERVICIOS, son contadas, CONTADÍSIMAS, las entidades que otorgan las comodidades, los espacios, las actividades acordes a sus expectativas para hallar consuelo a lo que se va de sus castigados bolsillos.

 

Obediencia indebida y falta de tacto

 

En este contexto pleno de OBLIGATORIEDADES, desde las Subcomisiones re-orientan la vara normativa o preceptiva hacia los papis y mamis que ya no saben qué hacer para bancarse los costos concomitantes a que sus niños hagan deporte.

 

Coincidentemente, vale la pena consignar que quienes manejan los destinos de los clubes, amén de su pasión, de sus valores humanos laudables, de su vocación en estar SIEMPRE al pie del cañón, en LÍNEAS GENERALES tienen sus economías bastante saneadas por profesiones ultra redituables, por quehaceres laborales fructíferos y/o hasta porque con ese rol toman provecho fecundo al poder promocionar y/o proyectar sus actividades en la misma entidad. Sucede hasta con los entrenadores, que no solo viven del básquet.

 

Recordemos que en Paraná tenemos técnicos que son profesores de Educación Física y tienen horas cátedra en varios Establecimientos, venden seguros, son personal trainer, tienen gimnasios, tienen comercios, venden ropa deportiva, etc, etc… Y, naturalmente, suelen sacar usufructo presentando sus productos en eventos especiales, o antes y/o después de cada práctica o partido. Algo con lo que estamos de acuerdo teniendo en cuenta cómo está la vida hoy. Pero ojo… Justamente esa prerrogativa con la cual COINCIDIMOS no debe significar entorpecer horarios de entrenamientos, presencias en juegos, y hasta una labor extra como la de ponerse a disposición de los padres para charlar en lo inherente a diferentes inquietudes.

 

Lo contradictorio e infructuoso, es que dichas personas -ULTRA ESTIMABLES– que tienen a cargo los destinos basquetbolísticos de las instituciones, por la urgencia, por sentirse abrumadas ante las obligaciones, suelen perder la claridad, la mesura, la lógica y fundamentalmente dejan de ponerse en la piel de los otros padres, para pasar a convertirse en verificadores, RECAUDADORES de la propia APB, de los árbitros, de sus propios entrenadores (son ellos quienes pagan sueldos de estos profesionales) y hasta de las Comisiones Directivas.

 

Aunque, vaya paradoja, no parecieran tan BUENOS VERIFICADORES de los ingresos y egresos puesto que NO DEFIENDEN el DERECHO de la institución y de a quienes se representa (jugadores-familias) ante la APB.

 

Pareciera que sienten TEMOR a represalias, MIEDO a hacer valer sus acreencias dentro del propio club pues, en realidad, las Subcomisiones NO se erigen en CANALES ejecutivos ante la APB. La afiliada a la Asociación es la ENTIDAD, por ende, por sobre las Subcomisiones está la Mesa Directiva que -OBVIAMENTE- en las instituciones polideportivas, cuentan con representación de todas las disciplinas que allí se practican.

 

La APB impone condiciones; delegados, directivos aceptan sumisamente, o son minoría los que votan en contra.

 

Y en la vida interna del club ocurre lo mismo. Se exhorta a las Subcomisiones, y sus integrantes parecieran no oponer siquiera cuestionamientos, o cuando aspiran a ser escuchados sus misiones terminan siendo endebles, dubitativas y se quedan con el primer “NO”.

 

En este tenor, luego, suelen sucederse las premuras y las impaciencias, intolerancias, o posiciones irreductibles como esencialmente gestos para nada EDIFICANTES, poco ARMONIZANTES, desde Subcomisiones a padres.

 

Reclamos extemporáneos e inconvenientes

 

La pérdida de coherencia, de equilibrio, ante cuadros adversos pone en riesgo de desperdiciar TODA CLASE DE APOYO.

Se resuelve anteponer la necesidad imperiosa de RECAUDAR, no recordando cuántos días de práctica se perdieron por reprogramaciones, habida cuenta que no solo se utilizan días de entrenamientos para jugar sino que MUCHOS técnicos deben abandonar un grupo para dirigir al otro. Todo por la IMPERICIA de la APB…

 

Tanto se obnubilan estos miembros de Subcomisiones, que omiten, a la hora de PRETENDER, cuántos días se perdieron de prácticas por actividades de otros deportes o rentas de estadio y/o hasta por padecer gimnasios con techos deteriorados (increíble como tantos clubes locales tienen severos trastornos de esta índole) por los cuales las goteras hacen estragos e impiden normal desenvolvimiento de sesiones.

 

Más grave aún…

 

Es más preocupante que se enceguecen de modo nefasto, desconociendo lesiones o enfermedades de chicos, algunas de ellas por desarrollar entrenamientos en improvisadas canchas dispuestas para ocupar a pleno los estadios, conllevando potenciales peligros por incomodidades y/o hasta superficies inadecuadas como descubiertas, o en horarios desaconsejables -sobre todo en invierno- para niños de 12 años o menos.

 

Lesiones o enfermedades que causan contratiempos a los padres en materia de cuidados extras, relegamiento de profesiones o quehaceres laborales, inversión en médicos, traumatólogos, sesiones kinesiológicas, medicamentos, vendas, etc…

 

Estos nóveles dirigentes, de un día para el otro, pasan a exhibir un exagerado apremio, o se sienten presionados por las obligaciones, y suelen deponer cordialidad, comprensión, sabio discernimiento, cuando en realidad son EXCELENTÍSIMAS PERSONAS en la cotidianeidad.

 

Sin embargo, pasan a ser recolectores al servicio de la APB o del propio club, y no vacilan en preferir COBRAR por sobre mantener o acrecentar el caudal de jugadores y de padres COLABORADORES.

 

Abrir el juego y ser transparentes

 

Por ello, reafirmamos la idea, amigos de subcomisiones… Hay MUCHAS formas de recaudar que no sean exclusivamente a través de ARANCELES DEPORTIVOS.

 

En sí, tanta RIGUROSIDAD surgida abruptamente puede implicar que a futuro cualquier padre reclame que se recuperen tantos días sin entrenamientos por todo tipo de argumento expuesto en su momento. Y hasta se incurra TRISTEMENTE en la duda en cuanto a cómo se manejan los acuerdos con los técnicos, profes y/o monitores, en lo relativo a PRODUCTIVIDAD.

 

Solo es cuestión de ABRIR EL JUEGO a otros padres que exponen inquietudes, sobre todo aquellos que sufren diversas coyunturas y tratan de todas maneras de exhibir su espíritu de colaboración para que sus hijos no sean relegados, no sean discriminados, y menos aún, se les cierre directamente la puerta por la imposibilidad en cumplir con un pago determinado MENSUAL.

 

Sin ir más lejos, borran de la memoria lo que ocurrió con el desmesurado aumento del costo de los pases (nadie hizo NADA AL RESPECTO PATETICAMENTE ante la CONDUCTA ABUSIVA de la APB), cargando a padres que transfieren sus hijos de uno a otro club no solo con el monto de dichas operatorias, sino con los tristemente famosos “aranceles”.

 

Patronato y Talleres nos han dado ejemplos cabales de cómo trabajar asociadamente y hasta transferirles responsabilidades a los pibes, con la Campaña de Recolección de Papel y Cartón para reciclado, “Tu Papel es Importante”, con la cual se obtuvieron pelotas de basquetbol y otros elementos para la práctica del mismo.

 

Y ojo… NO DESCARTAMOS lo del “Arancel”. Es un método, pero NO DEBERÍAN BASARSE EXCLUSIVAMENTE EN EL MISMO.

 

Propuestas NO originales

 

¿Por qué no recapitular y volver a los juegos de Escuelitas, Premini y Mini los domingos de 9.30 a 13.30, Feria de Platos, Pastas, Polleadas, Parrilladas, Kioscos bien armaditos, y luego siguen las U13 y U15 con ventas de tortas??? ¿Quiénes no quieren???

 

¿Qué padre o madre, abuelo, abuela, hermanos, padrinos, tíos no van a ver a los gurises y luego tienen lista la comida con lo que se vende en ese club???

 

¿Por qué no se animan a hacer una encuesta??? ¿Tienen miedo a ver los resultados???

 

¿Por qué no organizar bailes, fiestas, desfiles de modelos???

 

¿Por qué no armar las páginas en Face o hasta Blogs de cada club y ofertar espacios de adhesión accesibles con una buena cobertura fotográfica y de redacción???

 

¿Por qué no publicar una revista, también con espacios de auspicios y una cobertura general de la actividad basquetbolística?

 

¿Por qué no acordar a través del Estado contar con espacios radiales o televisivos a modos de micros???

 

¿Por qué en vez de insistir tanto con la Liguilla no se apuesta más a Encuentros Provinciales, Interprovinciales y hasta Internacionales en los que se puede vender merchandising del club, hacer sorteos, amén de disponer de buenos stands gastronómicos???

 

¿Por qué no organizar al menos una vez al año kermesses con actividades familiares, stand de juegos tradicionales, etc, etc???

 

¿Por qué no organizar -bien diagramadas, con la necesaria antelación- para fechas Patria, Copas “Semana de Mayo”, “Día de la Bandera”, o “Día de la Independencia”???

 

¿Por qué en vez de exigir a padres que cumplan con el rito mensual de pagar un ARANCEL, no se les dice “COOPEREN dentro de sus posibilidades con sus respectivas aptitudes”???

 

¿Por qué en vez de pedir una suma determinada, no se les dice a padres -que tal o cual día NO PUEDEN ABONAR dicho ARANCEL-, “cuando puedan el club necesita ésta lista de productos, elementos y/o implementos…”, y así esos padres cumplimentan el pago mediante la entrega de esos productos adquiridos del modo que esos papás pueden. Ejemplo, con tarjeta de crédito en cómodas cuotas???

 

Tenemos más ideas…Muchas de ellas involucrando al Estado… Y ni que hablar que el Gobierno, éste año ha comprometido doblemente su apoyo a la APB, a través de la valiosísima gestión del “Chuzo” González, y la APB ha acordado beneficios para los clubes. Por ende… ¿Por qué algunos dirigentes terminan el año tan desesperados y modifican tratos o actitudes de un día para el otro intempestivamente ???

 

Convocar, invitar, seducir…

 

Que “no cierren” los presupuestos no debería implicar un perder el sosiego, la calma, la correspondencia. Hay que convocar (no solo a través de papelitos, sino también personalmente), invitar (conviniendo días y horarios óptimos PARA TODOS), seducir, atraer, y EXPONER con claridad los números para que TODOS los puedan interpretar y generarse un debate FECUNDO.

 

Y como SIEMPRE decimos, YA NO PERIODÍSTICAMENTE… SI NO SE PUEDEN AUNAR FUERZAS, HACER PÚBLICA LA IMPOSIBILIDAD DE INTERVENIR EN EL TORNEO APB, EXHIBIENDO LAS RAZONES, y pasando a manejar el básquet del club como Escuela de Baloncesto, participando a su vez de Encuentros, Festivales, Copas especialmente diagramadas.

 

Sin tanto que pagar a la APB, a la AAAB, sin tanta erogación que CERO UTILIDAD se vuelca en la entidad, quizás no haya tanta pérdida de SENSIBILIDAD POSITIVA.

 

Si un papá o una mamá están atrasados en sus “Cuotas Arancelarias”, NO HAY QUE APREMIARLOS, mucho menos a fin de año, sino INVITARLOS a que colaboren de algún modo para subsanar esa dificultad.

 

Francamente, nos parece un DESPROPÓSITO que por un papá o una mamá se afecte tanto las arcas para conllevar a esta altura del año tanta premura en RECAUDAR.

 

Ahora bien… si son más de un papá o una mamá, SI SON MUCHOS los que no han pagado, deberán los miembros de Subcomisiones formularse una SEVERA AUTOCRÍTICA para ver si, amén de sus CARITATIVAS ACTITUDES, de sus CONDUCTAS BIENHECHORAS no fallaron en lo “comunicacional”, en el CÓMO informar y/o estar en contacto con el resto de los padres.

 

De modo especial revisar que valen tanto sus tiempos como los de otros padres, y que a veces suena a irrespetuosidad el fijar reuniones sin consenso, o pretender “conversar” solo cuando éstos integrantes de Subcomisiones PUEDEN o están en el club.

 

El dirigente, lamentablemente NO RENTADO, debe estar SIEMPRE a disposición de toda problemática, de toda inquietud de cada parte involucrada en el deporte. Puede decir… “discúlpame, estoy laburando, en un ratito te llamo y charlamos con la cortesía que te merecés…”, pero NO DEBE desechar la URGENCIA de ese proveedor, de ese dirigente colega, de ese jugador o técnico, de ese auxiliar, en especial de ese padre o madre inquieto, etc, etc…

 

Y si no tiene tiempo para ello, comunicarlo al resto de CD, Subcomisión y padres, confiriendo a otro esa agobiante gestión que requiere labor Full Time, aun sin pagársele y muchas veces, aun debiendo poner la mano en el bolsillo para resolver contingencias de emergencia.

 

Concluimos con una postura… A veces no alcanzan las ganas, los buenos propósitos. Suele suceder que las intenciones pueden ser puras, pero las acciones, atroces.

 

Por eso… Complicadísima misión es la de ser dirigente. Hay que mantener una institución o un deporte, desempeñarse con probidad, con integridad, disponer de la mejor aptitud y actitud, haciéndose comprender como interpretar sabiamente a quienes han confiado en sus gestiones. No es para cualquiera… Lo diremos una y otra vez.

 

Y ello se denota especialmente en lo coyuntural, al perderse los estribos, al entrar al borde de colapsos, al ser indiferentes por las dificultades del papá y/o mamá que tiene -proporcionalmente- EL TRIPLE de erogaciones a afrontar solo para que su niño o niña se inserte en la actividad deportiva.

 

Hay que tener pasta de líder. Los liderazgos despóticos, absolutistas, tiránicos, insensibles NUNCA terminan bien. NO CUALQUIERA puede ser dirigente, aun brillando en sus profesiones o en sus círculos sociales. Es que tarde o temprano se desenmascaran procederes inapropiados de dicho ejercicio, o simplemente la inoperancia, la incapacidad no se logra disimular.  

 

Pero lo triste es cuánto daño se hizo, pudiéndose haber evitado, tras haber dejado la vida en el club oficiando de pintores, cancheros, limpia baños, cambiadores de redes, focos y demás elementos del estadio, corta tickets, planilleros, cronometristas, programadores de actividades internas, delegados, choferes, en fin… Se inmolaron, se sacrificaron por su club, ese que le heredaron sus padres, sus abuelos. Sin embargo, tantas virtudes innegables, tantas actitudes dignas de aplauso, terminan quedando desdibujadas por NO tener TACTO y creer que esos compromisos asumidos les dan DERECHO a actuar, a veces, de manera poco perspicaz, sutil, de modo poco GENTIL como siempre actuaron en sus desenvolvimientos personales.