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Baja el dólar, la recesión desploma el consumo, pero las grandes empresas vuelven a remarcar precios

A pesar de que durante los próximos tres meses la recesión económica será aún más profunda y seguirán cayendo las ventas, las principales empresas alimenticias del país siguen retocando el precio de sus productos. De hecho, ya se ha tornado una costumbre que sucede todos los meses, una realidad que es esperada casi sin sorpresas por supermercados e hipermercados, grandes cadenas de retail y por el resto de los comercios. Incluso los propios consumidores están, a esta altura, prevenidos.

 

El último retoque había sido a principios de septiembre. Entonces, -por ejemplo- Molinos, la compañía de la familia Pérez Companc, subió sus valores un 10% en promedio debido a la presión ejercida por la cotización del dólar, que por esos días se ubicaba alrededor de los $35. También lo hicieron Arcor, Mastellone, SanCor, Mondelez y ottras grandes firmas del sector.

Las subas de entonces también estuvieron motorizadas por el valor internacional del trigo, que aumentó casi un 13% producto de la preocupación que existe en Estados Unidos por el futuro de sus cultivos y ante una menor previsión de cosecha en Rusia. El impacto provocó incrementos en los valores de las marcas de Molinos y no solamente en los productos derivados del cereal, como son las pastas.

 

La misma estrategia había sido aplicada por el resto de los grandes grupos de este sector, con listas atadas a la evolución del dólar y de los costos.

En octubre, la historia se vuelve a repetir. En este caso, con un incremento de entre el 10% y el 15% que es liderado por las alimenticias de mayor relevancia en el mercado local: Arcor, Mondelez, Mastellone, SanCor, entre otras.  En el caso de Molinos todavía no se decide a retocar sus valores.

 

Se trata igualmente de empresas que desde que se potenció la devaluación, en mayo pasado, no han dejado de modificar los precios de su mercadería argumentando la necesidad de hacerlo para mitigar el impacto que en sus cuentas tienen los también constantes incrementos de costos.

Ni siquiera el escenario recesivo, que promete profundizarse hasta diciembre y continuar, por lo menos, durante los primeros meses del 2019, actúa como barrera que permita contener las remarcaciones.

 

De hecho, se trata de un sector que en la actualidad opera con una capacidad ociosa del 40%, que perdió alrededor de 7.000 puestos de trabajo en lo que va del año y en el que la gran parte de las empresas viene operando con fuertes pérdidas en sus balances.

“No hay forma de que no traslademos algo de nuestros mayores costos a los precios, ni siquiera teniendo en cuenta que vendemos menos”, argumentan desde una de las empresas alimenticias que compite en el segmento de las líderes y que habitualmente pica en punta a la hora de aplicar los aumentos de precios. El ejecutivo coincide con otros de sus colegas, quienes reconocen que, a pesar del escenario recesivo, tendrán que seguir aumentando precios.

 

Para argumentar esta decisión, estiman que a valores constantes, los precios actuales de los productos se ubican en torno a un dólar de $28 y no a los $40 de la cotización actual.

“Esto muestra que se vienen meses en los cuales tendremos que seguir asumiendo pérdidas. No podemos aumentar mucho más debido a que no hay ventas y, sin embargo, tampoco podemos incrementar en menor medida porque habría que despedir personal”, se sincera otro alto ejecutivo del sector.

 

Entre los hombres de negocios recuerdan que a partir de este mes deben asumir mayores costos en combustibles, debido a los nuevos precios de las naftas que repercutirán en el costo de la logística y distribución. En este segmento, durante el fin de semana YPF, Shell y Axion anunciaron nuevas subas que rondan el 9% al 10% y que se acumulan a los incrementos anteriores, en el marco de una política comercial que se mantendrá hasta fin de año. Esto, a pesar de que desde el Gobierno buscan ponerle un freno a semejante estrategia.

 

Agregan entre los causantes de las nuevas listas, el cuadro tarifario que comenzará a regir para servicios públicos como el gas, que desde este mes se incrementa en torno al 35%. Es una suba que también formará parte del combo de costos con mayor peso en la cadena productiva.

Los empresarios alimenticios también aseguran que con el dólar pasando la barrera de los $40, los insumos importados se han vuelto a encarecer de manera considerable con relación a septiembre y agosto pasados.

 

Añaden a la apertura de las importaciones como otro factor negativo en una ecuación en la cual además entran en juego, aunque en menor medida, las proyecciones inflacionarias que se ubican en torno al 5% o 6% para septiembre, y en valores similares para los últimos dos meses del año.

En este sentido, agregan que la reapertura de las negociaciones paritarias puede ser otro punto a tener en cuenta a la hora de ajustar precios para, de algún modo, intentar reducir las pérdidas que ya vienen evidenciando en sus balances financieros.

 

“Seguimos teniendo incertidumbre total en relación a lo que viene y ahora, además, van a abrirse las paritarias nuevamente, con lo cual la presión sobre nuestros costos será todavía mayor, con ventas frenadas y pérdidas que venimos acumulando”, señalan en otra de las alimenticias consultadas por iProfesional.

De hecho, desde el gremio de la alimentación también concuerdan con el escenario de mayor crisis que se avecina para los próximos meses en el sector.  Al respecto, Héctor Morcillo, secretario general del sindicato alimenticio, espera que la situación no derive en despidos y suspensiones, como ya ocurre en algunas de las empresas de este ámbito y de otras áreas vinculadas con la producción.

 

En declaraciones al diario cordobés La Voz del Interior, el presidente del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (Stia) advirtió que en el sector se evidencia una caída en la actividad muy importante.

Al respecto, desde la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), la capacidad ociosa ya se ubica en torno al 40% en la mayoría de las plantas, incluso en algunas que nunca evidenciaron un freno en los últimos 30 años y que ahora producen en un solo turno, afectadas por la menor demanda y la retracción en el consumo.

 

Con estas cifras, el escenario financiero tampoco es positivo para lo que resta del año y las empresas con problemas de este tipo se verán más afectadas todavía. Hasta ahora, grandes empresas como Arcor, Molinos, Mastellone, entre otras, acumulan fuertes pérdidas que superan los $5.000 millones en lo que va del año. En el caso de la empresa cordobesa, su pasivo llegó a los $3.000 millones en el primer semestre, mientras que la compañía de la familia Perez Companc suma un rojo por $1.000 millones en el mismo período.

 

Se trata de un escenario que desde las propias empresas admiten que no se va a modificar por los próximos meses. Argumentan que las razones que explican sus balances en rojo se mantendrán y en algunos casos hasta se profundizarán. Es decir, la devaluación, la retracción del consumo, la inflación y las altas tasas de interés que impiden la toma de crédito para producir.

 

El mes pasado, las alimenticias habían frenado los aumentos por unos días como consecuencia de la incertidumbre que generó la corrida cambiaria que llevó el dólar de $35 a $40 en pocos días.

Las empresas tenían preparadas listas con subas también del orden del 10% como las que ahora acaban de anunciar. Y que todo hace indicar que se trasladarán a las góndolas de los supermercados a partir de ahora.

 

Se espera que el escenario limite la financiación y que el camino ascendente que mantiene el precio del dólar y las tasas altas tendrán fuerte impacto en los costos financieros, lo cual reducirá los planes de pago que se promocionan en 12 y 24 cuotas a solamente dos y con un interés casi impagable para los consumidores.

 

En cuanto a las ofertas, promociones y descuentos que ofrecen las cadenas de supermercados, habrá algunos productos que no estarán incluidos durante los próximos lanzamientos. Por lo menos, hasta que se termine de discutir el impacto de las nuevas listas de precios y las formas en las que se implementarán los aumentos en las góndolas. El escenario se sumará a las subas que se vienen aplicando en el último año y que no dejan sector sin variaciones.

De hecho, según un estudio de la consultora Focus Market, en el último año hubo artículos que subieron un 70% en sus precios. El rubro alimenticio protagonizó el top 5 de la lista, de acuerdo a los precios exhibidos en abril de 2018.