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Argentino B: bochorno en Concordia

A los 30 minutos del segundo tiempo se suspendió el partido que Sarmiento perdía en condición de visitante ante Atlético Colegiales de Concordia, por 2 a 1, por la 12ª fecha, Zona 6, del Torneo Argentino B. El volante Mariano Vergara acusó el impacto de una de las bengalas que tiraban desde la tribuna de Colegiales, fue retirado en ambulancia y el árbitro rafaelino Rusch suspendió el cotejo.

El primer tiempo comenzó con un buen ritmo de juego, era de ida y vuelta el trámite. Ambos equipos trataban bien la pelota.

El local dependía de lo que hacía Vercellino en el círculo central, que distribuía el juego con Martín Muñoz y Gustavo Trinidad. Pero la primera aproximación la tuvo la visita, tras una serie de rebotes en el área que Dante Pérez remató con dificultad y la pelota pegó en un defensor.

Después, a los 11 minutos, Orellana comenzaba a ser exigido por la buena pegada de Vercellino.

La más clara para Sarmiento fue a los 20 minutos, tras una combinación entre Pablo Avila y Mariano Vergara que terminó en un centro pasado. Allí apareció solo el delantero Hugo de Marco, quien remató de primera por encima del travesaño. El beltranense se perdía un gol increíble a tres metros del arco.

Otra vez aparecía Dante Pérez en el juego aéreo a los 23 minutos y que el arquero Serrano respondía bien.

Cuando Sarmiento comenzó a encontrar la sociedad entre Pablo Avila con los delanteros De Marco y Ledesma, Atlético Colegiales abrió el marcador.

A los 27 minutos, el volante central Pablo Vercellino marcó un golazo de tiro libre que pasó la barrera y se metió en el ángulo superior de Orellana, que voló de manera espectacular, pero que no pudo evitar el festejo de los hinchas de Colegiales.

Fue un duro golpe para los dirigidos por Adrián Kalujerovich que a partir de ese momento tuvieron una sola chance para llegar al empate por intermedio de De Marco, que ingresó al área por el costado y cuando debía mandar el centro atrás prefirió pegarle al palo de Serrano que estaba bien cubierto.

En el arranque de la segunda parte, Sarmiento comenzó a presionar la salida de Colegiales, pero no prosperó porque no todos presionaban.

A los 8 minutos, en un ataque de Sarmiento, tras un rebote, vino la contra de Colegiales. Gustavo Trinidad gambeteó un rival con un “sombrero” y sin dejar caer a la pelota, remató desde 30 metros y la misma se metió en el ángulo de Orellana que nada pudo hacer para evitar el 2 a 0. No pasó demasiado tiempo para volver a exigir a David Orellana que sacó un remate de Vercellino, y en el rebote cuando Muñoz iba a convertir el tercero, Juan Carlos Paz la despejó y pasó el peligro.

A los 20’, los bandeños la seguían pasando mal. Pablo Ávila fue con pierna fuerte ante Gustavo Trinidad y el árbitro Rusch no dudó en mostrarle la tarjeta roja por juego brusco. Parecía que ante la adversidad, Sarmiento iba a caerse en pedazos, sin embargo fue todo lo contrario. Con mucho amor propio fue en busca del descuento.

A los 23 minutos, Sebastián Tévez (ingresó por Luna) no pudo marcar por la buena intervención de Serrano, la figura del partido hasta ese momento.

A los 26 minutos, tras un tiro libre aéreo, Javier Peyla recibió una falta de Pablo Russo y el árbitro marcó penal. El mismo Peyla del penal y con un fuerte remate arriba puso el descuento 2 a 1 (28 minutos). En el mejor momento de la visita llegó lo peor de la tarde en la ciudad entrerriana. Mariano Vergara iba a ejecutar un corner y los hinchas de Colegiales (250 aproximadamente) comenzaron a lanzar fuegos artificiales al campo de juego y cuando el arbitro Rusch paraba el partido por esta situación, Vergara acusó el presunto impacto de una bengala y quedó tendido en el suelo.

Los jugadores se fueron unos contra otros, mientras la hinchada local, de donde devino el supuesto elemento que hirió al jugador de Sarmiento, comenzó a generar disturbios.

El mediocampista “profesor” fue llevado a un centro asistencial para su atención mientras en el campo de juego seguía la tensión. Pasaron cerca de 30’ hasta que el árbitro tomó la decisión de finalizar el juego. Ello, enardeció aun mas a los simpatizantes locales que entraron al campo de juego por lo que la policía reaccionó con gases lacrimógenos.

Cuando las aguas se calmaron, los jugadores y la terna arbitral lograron entrar a los vestuarios donde también querían ingresar algunos hinchas. Lo cierto es que, ahora, el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal será el que decida que es lo que deparará de este partido que no pudo terminar.

Rara situación

Ante la salida del jugador bandeño en camilla pues la ambulancia no pudo entrar al terreno, no hubo médico local que certifique que el jugador esté inconsciente verdaderamente y si realmente era de urgencia trasladarlo a un nosocomio.

Todo fue muy confuso, raro y sospechoso, también opinaron los colegas de El Sol quienes recabaron datos en cuanto a que desde el Hospital Heras se comunicó que el jugador estaba bien, que casi no tenía nada y que lo tenían simplemente en observación.

Pese a ello, el árbitro igual decidió la suspensión del partido, lo que obviamente enervó a la mayoría de los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes del club local que lo rodearon para pedirle explicaciones.

Para colmo, el árbitro estuvo media hora dentro de la cancha dialogando sobre lo mismo con cada uno de los jugadores, en lugar de invitar a todos a irse de la cancha y hacer lo propio, si ya era decisión tomada.

Esta actitud enervó aún más a la parcialidad local, que rompiendo el alambrado ingresó al campo de juego con claras intenciones de correr a los jugadores visitantes, que aún permanecían en el field e incluso se insultaban con plateístas, en lo que nos pareció una clara señal de querer ensuciar todo lo más posible.

Peor aún…uno de los policías dentro de la cancha abrió fuego (con balas de goma) sobre los hinchas prácticamente a quemarropa, lo que caldeó aún más los ánimos y motivó otra reacción de los jugadores, que increparon a la policía por su actitud. Casi sobre llovido mojado, podríamos decir.

La calma estuvo lejos de llegar, porque la hinchada igual quedó esperando antes de superar el portón de salida (el que da al Concordia Tenis) y entonces más tumultos se sucedieron, y con los jugadores locales aún recriminando la actitud violenta de los uniformados.

Más tarde, el presidente Ramón Sosa habló al hospital y le dijeron que el jugador no tenía nada, que fue revisado y le daban el alta.

Lo cierto es que el informe dirá que fue un petardo que provino de la hinchada local y que el jugador fue llevado a un hospital.

¿Y ahora?

¿Cómo sigue la historia?. El partido tiene una alta probabilidad de seguir jugándose, los 16 minutos que faltan. Y esto sería la contra para los santiagueños, que tendrían que volver por ese mini partido.

La cancha también tendría una alta probabilidad de ser suspendida, dado el informe que oralmente dijo el árbitro que confeccionaría, citando el motivo (lo del petardo).

Igualmente, como atenuante, Colegiales interpondría un informe del Hospital de que el jugador Vergara no tenía nada. Y en este sentido el presidente de la Liga, Dr. Larrocca, estuvo con el árbitro en el vestuario para decirle que llegará al Consejo Federal ese informe del hospital para ser ingresado como otro punto del hecho.

Y entonces, el telón se fue corriendo lentamente dejando un tanto atrás al bochorno. Otro más que empaña un espectáculo deportivo.