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ARA San Juan: ¿qué pasa con los cuerpos en una implosión?

El submarino argentino ARA San Juan fue hallado a 800 metros de profundidad y a unos 500 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Ahora la gran pregunta es qué pasa con los cuerpos en una implosión. Opinan el perito naval Fernando Morales, el investigador forense Raúl Torre, el submarinista retirado Pedro Alcaraz, el doctor Claudio Santa María y un investigador del Ministerio de Defensa.

 

“Los tripulantes del submarino ARA San Juan fueron afectados por la descomposición natural acelerada por la presencia del agua. Lamentablemente, no queda nada de los cuerpos. Sobre la embarcación es muy complejo, muy difícil, y muy costoso recuperarla. Si es que se pudiera, y lo digo en potencial, habría que ver si el enorme costo que implica hacerlo contribuye en algo, más allá de decir recuperamos un pedazo del submarino”, afirmó Morales.

 

Además, agregó: “Cada 10 metros de agua, el cuerpo o cualquier objeto soporta una presión de un kilo. A 800 metros tenemos una presión que es 80 veces superior a lo que estamos acostumbrados nosotros. Imaginen que el submarino se parte y los cuerpos que están allí reciben de manera repentina el impacto de una manguera enrome, que es el mar, y los golpea a 80 kilos de presión. Una hidrolavadora con la que lavamos el auto tiene 1 kilo y medio, imagínense una hidrolavadora enorme de 80 kilos golpeando a los cuerpos. Pensar que los cuerpos puedan ser recuperados después de un año de estar sometidos a esa presión constante es un poco aventurado. Es poco viable”.

 

El criminalísta Raúl Torre, en cambio, sostiene que los cuerpos ni se carbonizan, ni se expanden, ni se consumen: “Qué pasa con los cuerpos… Nada. Cuanto mucho, sí la implosión compacta la zona “hueca”, se aplastan”.

 

Pedro Alcaráz es submarinista retirado y asegura haber estado en la construcción de los submarinos Santa Cruz y San Juan en Alemania. “Si estuvieron en contacto con el agua, desaparecieron. Si vos dejás un pollo tirado en la calle, a los 4 días sin que nadie lo haya comido ya se va descomponiendo solo, así que imaginate lo que sería en el fondo del mar. Tal vez están protegidos por el casco resistente y se mantuvieron. Pero si entró agua, desaparecieron”, afirmó.