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Apertura de AFA: Racing acaricia la Copa

Racing ganó una final que lo pone cerca del repechaje a la Libertadores. El equipo de Avellaneda, superó a Banfield 2 a 1 en el Sur. Quilmes reaccionó a tiempo, lo dio vuelta y le ganó a All Boys.

La posibilidad de Racing para acceder a la Libertadores 2011 está sujeta a lo que pueda suceder con Independiente en la Copa Sudamericana, porque hasta el momento se clasifican los dos campeones (Clausura y Apertura) y los tres mejores del 2010, pero si el “Rojo” se corona en el torneo continental se hará acreedor a uno de los cupos.

Una escapada de Claudio Bieler, que culminó con un remate desviado, dio cuenta de las intenciones del equipo de Miguel Russo en el primer minuto de juego.

Replicó el conjunto de Julio Falcioni y con esfuerzo, Matías Martínez rechazó cerca de la línea, tras una mala salida del arquero Jorge De Olivera.

Con Giovanni Moreno erigiéndose una vez más en el conductor del equipo, Racing insistió en el ataque. El colombiano contó con la colaboración de José Luis Fernández y Patricio Toranzo. Además, Bruno Zuculini capturó cuanta pelota quedó boyando en la mitad de la cancha.

Pero el Taladro no se quedó atrás y también aportó lo suyo. Así, en una maniobra de Marcelo Carrusca estuvo a punto de ponerse en ventaja. Asimismo, cuando Carrusca entró en sintonía con Ariel Rosada y Walter Erviti (que pasada la primera media hora de juego se fue lesionado y lo reemplazó Sebastián Romero) parecían encenderse las luces del local.

Pero fueron las luminarias del partido las que se encendieron en pocos minutos con tres goles para todos los gustos.

A los 21’ Gabriel Hauche definió con justeza luego de una maniobra de Toranzo y poco después Carrusca, habilitado con un taco por Rubén Ramírez puso el tanteador 1 a 1.

De inmediato, Bieler recibió un pase de Marcos Cáceres y sometió al arquero Enrique Bologna con un derechazo.

Si algo le faltaba el cotejo en la primera parte, se lo brindó “Gio” Moreno con su vistosa, elegante y eficiente manera de jugar al fútbol.

Sobre el final de la etapa, Lucas Aveldaño interceptó un maniobra de Carrusca y Barrales.

En el segundo período el encuentro mantuvo el ritmo y la vivacidad que habían caracterizado la primera etapa.

Lógicamente, fue Banfield el que presionó en procura de la igualdad, mientras Racing mantuvo su postura y especuló con la posibilidad del contraataque.

La movilidad de Ramírez (un ex Racing) fue un problema para la defensa visitante, sobre todo en sus encuentros con Barrales.

El árbitro Pitana no sancionó una infracción en el área del arquero De Olivera contra Ramírez, a los 15 minutos, poniéndolo la cuota de polémica a un partido por entonces “caliente”.

Banfield buscó el gol por todos los caminos posibles, mientras Racing se defendió como pudo y salvaguardó un triunfo que lo mantiene con la posibilidad de acceder a la próxima edición de la Copa Libertadores de América.

Quilmes lo dio vuelta y se lo ganó a All Boys

Tenía el partido casi ganado. Con el resultado a favor, All Boys se defendía ante un rival que manejaba la pelota sin profundidad y que estaba más cerca de recibir el segundo en una contra o en una bola aérea que de llegar al empate. Sin embargo, Cambiasso cometió un grosero error, la visita se desmoronó en el Centenario y Quilmes festejó por primera vez ante su gente.

Cuando el encuentro recién se estaba armando y ninguno de los dos se había acercado con peligro a los arcos, Vella mandó un largo lateral al área, Gerlo la dejó corta de cabeza, Matos la mató con el pecho y fusiló a Galíndez, quien nada pudo hacer. El visitante se puso rápidamente en ventaja y después se mostró peligroso en los metros decisivos.

El Cervecero trató de tocar por abajo y llegó con criterio hasta tres cuartos de cancha a partir del manejo de Raymonda, el buen toque corto de Kalinski y de algunas apariciones de Cerro por la izquierda. Sin embargo, el Albo se armó bien en la mitad, estuvo impasable en defensa, sobre todo por el trabajo de Domínguez, y el local se fue quedando.

Por su parte, el equipo de Pepe Romero trató de salir rápido por las bandas y cada vez que se lo propuso creó chances muy claras. A los 18, el inquieto Pérez García la tiró al punto del penal para la llegada en carrera de Matos, quien le dio mal de zurda y dilapidó una oportunidad inmejorable. Y a los 33, Rodríguez se la volvió a tirar al ex Arsenal y Fontanini cortó justo ante su disparo.

Quilmes volvió a tener la pelota en el complemento, pero All Boys fue nuevamente el más picante en los minutos iniciales, sobre todo con la pelota aérea. A los 9, Matos bajó una bola luego de un córner y Ferrari estrelló una chilena en el travesaño. El ex atacante de Arsenal inquietó otra vez a los 19 con una media vuelta y a los 20 con un cabezazo que se perdió muy cerca.

La visita estaba para el segundo frente a un rival golpeado, herido, sin ideas e impotente frente a una defensa firme. Pero a los 29 cambió todo: Barrientos tiró un pelotazo largo para rearmar la jugada con Cambiasso, este la bajó con el pecho, no se decidió a sacarla de primera y J. J. Morales se la robó para irse de cara al arco y poner el 1-1 impensado.

Con este cachetazo, All Boys se adelantó nuevamente y creó dos oportunidades. A los 32, Galíndez le sacó un tremendo remate a Vella y uno más tarde, Domínguez ganó en las alturas y su cabezazo, que tenía destino de red, rebotó en la humanidad de un defensor. Quilmes levantó el ánimo, empezó a meter en cada sector y se llevó tres puntos fundamentales.

A los 34, Bernardo Romeo, quien no pudo jugar demasiado en el Apertura debido a una lesión y había ingresado a los 21, se elevó totalmente solo tras un excelente centro de Kalinski y decretó el 2-1 para desatar el grito descontrolado de Madelón. El Cervecero está más vivo que nunca: cosechó siete de los últimos nueve y sueña con la salvación.