Anomia del tránsito en Paraná: ¿Quién es el irresponsable de esto?
Si no nos falla la memoria, el domingo 17 de julio del 2016 comenzó a regir el cambio de sentido de calles en Paraná. Sin embargo, en Cinco Esquinas, no se modificaron los carteles que informan por dónde tomar para llegar a tal destino. Una vergüenza. Paradójicamente, la Central de Tránsito y Transporte está ubicada en el mítico edificio erguido en esa zona, espacio donde se hacen los controles de semaforización. Las fotos de nuestra inquieta cámara lo dicen todo. Un año y un mes después de las transformaciones, se indica que se puede ir al Centro, al Hospital San Martín y a la Municipalidad, por Avda. Echagüe. Se obvió decir que… caminando, pues para cualquier vehículo sería en contramano.
Los cambios realizados a través de estudios técnicos propendieron a solucionar los inconvenientes del tránsito en la salida e ingreso al casco céntrico. Se buscó permitir una salida y entrada más fluida hacia el centro para todo lo que es el trabajo, el comercio, en las escuelas, la administración pública. La idea fue lograr mayor fluidez.
Las opiniones sobre la metamorfosis son encontradas. Conductores de micros, remises y taxis coinciden en que hubo evolución en cuanto a egreso/ingreso del macro centro.
No obstante, los conductores, en líneas generales, reafirman que faltan inspectores para trabajar en la prevención, y/o en la recomendación primaria en pos que se ponga ahínco en el control del estacionamiento en doble fila o la invasión del segmento exclusivo para transporte, amén de otras irregularidades o contravenciones cada vez más comunes y sin sanción en Paraná.
Ahora, en un circunstancial paso por la zona precitada, contemplamos los carteles indicadores que no solo DESinforman sino que suscitan enorme confusión, sobre todo, para la gente que ENTRA a la Capital de Entre Ríos por Avenida Ramírez.
Esperemos que se adopte una sanción al IRRESPONSABLE de semejante HORROR. Y para ello, será VITAL que Sergio Varisco tome las resoluciones pertinentes, sin temblarle el pulso.